¿América Latina se dirigen hacia otra década perdida en sus economías?

¿América Latina se dirigen hacia otra década perdida en sus economías?
Antonio Sandoval
¿México y América Latina se dirigen hacia otra década perdida?

¿México y América Latina se dirigen hacia otra década perdida?
El recuento de los daños
Centroamérica, atrapada en la pobreza y en potencial crisis humanitaria

Latinoamérica parece convulsionarse nuevamente. Cada vez se parece más a aquella región que en los años ochenta del siglo pasado protagonizara la llamada “década perdida”, lo que marcó a toda una generación. Las crisis económicas parecen derivar en crisis políticas, algunas naciones no encuentran la salida a sus problemas iniciados mucho antes de la pandemia, otros países entraron en crisis y tampoco se ve cerca la luz al final del túnel, mientras que algunos más llevan, en los hechos, muchos años en crisis; la pandemia sólo vino a hundirlos más, pero sus problemas son añejos.

Este es el recuento de una región que una vez más parece destinada a lidiar con graves problemas de corte económico-político. En algunos casos no se sabe incluso cuál de las dos crisis es primero y cuál de ellas provocó a la otra.

Para respetar la geografía, iniciemos al sur del Río Bravo nuestro recorrido en el que consignamos, sin más ánimo que el análisis la situación económica de la región, un breve resumen de algunos de sus problemas actuales, los acontecimientos de muy corto plazo que incidirán en su economía y algunas expectativas de los organismos financieros multilaterales. Es importante aclarar que el análisis no incluye en modo alguno posturas políticas e ideológicas, sino únicamente el impacto de los sucesos relevantes en la economía de la zona.

México es la segunda mayor economía latinoamericana, y la número 16 del mundo, de acuerdo con el ranking más reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Llegó a ubicarse en este mismo ranking dentro el top ten entre los años 1999 y 2003, pero ha perdido posiciones paulatinamente.

El país entró en recesión el año pasado, es decir antes de la pandemia, por lo que la crisis sanitaria profundizó la económica, pero en realidad el crecimiento ya venía en picada varios meses antes. En 2020, su PIB caerá entre 9 y 10 por ciento, sólo superado en la región por el PIB de Venezuela, que caerá hasta 12 por ciento. Si la segunda mayor economía de Latinoamérica enfrenta una crisis de esta magnitud, con todo y su cercanía geográfica con Estados Unidos e incluso como su socio comercial formal, es posible entender lo que les sucede a otras naciones.

El año próximo México se recuperará entre 3.5 y 4 por ciento, el gobierno pronostica un repunte de 4.6 por ciento. Cualquiera de estas tasas de crecimiento será insuficiente para recuperar todo lo perdido este 2020, lo que significa que, en el mejor de los casos, la economía mexicana regresará al punto de partida de 2019 en el año 2023, sin olvidar que en ese mismo punto de partida ya existía una recesión.

Pero 2021 será además un año político, mala noticia para el país, la elección federal para renovar la cámara baja (diputados), varias gubernaturas, y muchas alcaldías, podría ser un factor por lo menos de cautela.

En Centroamérica la buena noticia es que esta región no padece actualmente una guerra civil generalizada como la que vivió en la década perdida. La mala noticia es que ni siquiera así la economía de la región crece. Todos los días cientos y miles de migrantes chocan contra el muro virtual que el gobierno mexicano impuso en su frontera del sur. Si no lo hiciera, quizás México enfrentaría una grave crisis humanitaria, derivada de los centroamericanos que salen de sus países en busca de una mejor vida. La contención humana en Centroamérica no hace sino incrementar las presiones sociales y económicas de la región, ya sabemos en qué derivó esto unos años atrás, y si no, revisemos la historia de la región en la década perdida del siglo pasado.

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