Premios soberanos: Según Cáceres, estos cronistas operan "como un comando de campaña en medio de la asamblea.

Joseph Cáceres así describe uno de los tantos años en que el cabildeo ha imperado: "Pensábamos superada la etapa en que los relacionadores públicos de artistas incidían y operaban abiertamente en el seno de la asamblea de la Asociación de Cronistas de Arte para elegir a los nominados del premio Casandra".

Sobre el tema Cáceres ha abundado sistemáticamente, en diferentes años: "No criticamos ese desempeño, pero sí el hecho de que algunos no se manejen con la prudencia y la honestidad debida, contaminando de manera grosera el proceso de escogencia de los nominados".

Según Cáceres, estos cronistas operan "como un comando de campaña en medio de la asamblea, y conduciendo debates que al final de cuentas sólo tienen el propósito de favorecer a determinados artistas y productores de programas, para los cuales trabajan en base  a igualas. Así no puede ser…".

Son de las situaciones recurrentes en Acroarte que afectan la premiación, restándole credibilidad y limpieza sin que los presidentes o directivos hagan mucho para evitarlo porque al final algunos de ellos también caen en esa trampa institucional.

"Ese parece ser un designio maldito en la premiación", ha dicho Cáceres, y "por más que se critique y censure, no parece tener arreglo".

Incluso, Joseph Cáceres llegó a denunciar hace un tiempo que había un cartel de cronistas para favorecer con nominaciones a los artistas que manejan sus relaciones públicas.

+ Los artistas extranjeros

Otra cuestión de ética y corrupción también fue motivo de otra columna periodística del veterano columnista del periódico El Nacional y el portal Merengala. Se refería a la invitación de artistas extranjeros, quienes al principio venían sin mayores prebendas ni beneficios para terceros.

"Lo que no contaban los cronistas es que con el tiempo esa iniciativa se iba a convertir en un negocio, en torno al cual iban a gravitar intereses que hoy día son capaces de atentar contra la misma institución y su premio, en interés de mantener y controlar la responsabilidad de gestionar la participación de artistas internacionales como invitados del premio Soberano", escribió Cáceres.

Luego agregó: "Y en ese afán se está llegando a niveles sorprendentes de injerencia y manipulación,en un afán desmedido por mantener el control de la única actividad, que aparte del presupuesto de producción, genera beneficios en la premiación".

Cáceres abundaba: "Vemos con pena y preocupación que sectores e intereses que medran en torno al Soberano estén llegando al extremo de conspirar contra Acroarte y su premio, por el hecho de que se haya dispuesto la corrección y enmienda de procedimientos inadecuados que se venían implementando cada año en el capítulo concerniente a los artistas internacionales invitados al ceremonial".

+ Posiciones éticas

La inconformidad a lo interno por cuestiones éticas llevó en abril de 2017 a los periodistas Alfonso Quiñones y José Rafael Sosa a pedir que se les expulse de manera deshonrosa de (Acroarte), argumentando que el escándalo en las nominaciones y premiaciones de ese año los avergüenzan a ambos profundamente.

"Es nuestra forma de protestar: solicitamos la expulsión deshonrosa de la asociación –lo cual será un honor para nosotros-, hasta tanto no se revierta el estado de cosas en Acroarte, y uno pueda sentirse honrado de pertenecer a esa organización", afirmaron Alfonso Quiñones y José Rafael Sosa en una carta.

Sostienen que en Acroarte un pequeño grupo se ha hecho de la Presidencia, y pretende permanecer para siempre allí, comprometiendo el prestigio de todos sus miembros.... Las candidaturas a la Presidencia se han trocado en una carrera sin ética en busca del poder".

También, agregaron, es evidente que las relaciones públicas durante este tiempo "han transgredido todo lo estipulado, convirtiendo las votaciones en un colmado donde se venden votos por libras".

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